Blanquear nuestros dientes, necesidad o gusto
Blanquear nuestros dientes se ha puesto de moda, precisamente por ser éstos nuestra carta de presentación, aspecto que se refleja directamente en nuestros trabajos y trato social.
En general estos tratamientos son aplicados por médicos odontólogos o dentistas, quienes usan compuestos controlados, pero en realidad uno mismo puede realizar su blanqueamiento en casa.
Los compuestos suelen ser los mismos:
Peróxido, pero la fuente que usamos nosotros es mucho más baja en intensidad.
El agua oxigenada es un medio simple que podemos usar en forma cotidiana como enjuague bucal.
La higiene es una parte muy importante en este tratamiento, a la que se le agregan compuestos bloqueantes.
Tecinas caseras:
Hojas de salvia.- Esta además de ser una planta de uso culinario también tiene ciertas propiedades que permiten el blanqueamiento dental, pero se recomienda usarla sólo antes de lavarse los dientes y en forma esporádica.
Sal y limón.- Es una antigua técnica que nos permite usar los ácidos del limón como astringentes dentales y la sal como esmeril, esto no desvirtúa que su uso no debe ser constante, pues dañaríamos la capa de esmalte.
Bicarbonato y limón.- Esta es una técnica muy antigua, y generalmente quita lo amarillo de los dientes e igualmente no se debe abusar de ésta pasta.
Vinagre.- En algunas ocasiones usar vinagre es una buena forma de limpiar los dientes, pero puede causar sensibilidad pues el vinagre puede reblandecer la capa superficial de los dientes.
Todas estas técnicas no substituyen el limpiado dental clínico y pueden causar hipersensibilidad dental.